
No se trata solo de cambiar el aceite. El mantenimiento consciente incluye revisar neumáticos, frenos, batería, alineación, y más. Un vehículo bien cuidado consume menos combustible, tiene menos fallos, y su valor se mantiene mejor con el tiempo. Este tipo de mantenimiento también es una muestra de responsabilidad con la seguridad propia y de los demás. Por lo que, si no se tiene el cuidado puntual de esos elementos, terminan afectando nuestras emociones, por los traumas que provocar las fallas al presentarse de manera inesperadas, por falta del mantenimiento oportuno.
Lo que sabes hoy, protege tu inversión mañana
Aprender sobre tu vehículo es cuidarte a ti mismo.
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